Decidí buscar una paralela, la encontré, Americana o Inglesa, podía elegir cualquiera de ellas, decían que tenían 1 CV más, puro marketing y confusión ante los datos fiscales declarados; aunque fuera verdad es inapreciable en la vida real, simplemente con tener o no la cadena engrasada puedes ganar/perder + de 5 CV.
Las 2 venían con el cuenta kilómetros en Millas, pero con la americana circulabas SIEMPRE con las luces de cruce encendidas, no tienen interruptor por Homologación nacional de ellos. Me quedé con la inglesa.
Recuerdo perfectamente la primera curva que dí a derechas con ella… la compré en Gijón, y tras callejear durante un rato flipando con lo ágil que se sentía debajo del culo comparada con la GPZ (y eso que son un montón de Kg más!, pero la 160 trasera comparada con la 140? de la GPZ se nota y mucho a la hora de inclinarse) al final de la playa de San Lorenzo, justo después del tostadero me incliné un poco hacia la derecha al llegar a la primera curva que se toma un poco en serio….¡¡Casi dejo el retrovisor en una farola!!
Tiré con fuerza del manillar como había que hacer con la 500 y madre mía! Que agilidad! Fue solo empujar un poco y la moto se inclinó como si se tratara de la chicane de entrada en meta… Mi sonrisa ya no desapareció de mi cara en todo el verano…
Haciendo el Garrulo soltando la mano:
Jerez, Jarama, La Isla de Man... y un montón de concentraciones de fin de semana, esta pequeña joya me acompañó durante 45.000 Kilómetros sin dar ni un solo problema, bueno, miento, en Plymounth, nada mas bajarnos del Ferry camino de La Isla de Man, no quiso arrancar…tuvimos que empujarla un buen rato ya que la bruma británica no le gustó en absoluto.
Cambiar bujías y olvidarnos.
Foto delante de la casa de Douglas (Isla de Man) donde haciamos nuestro "Bed and Breakfast"...si, todo eso que se ve lo llevabamos en la moto...Mas 2 personas!!!!
Tras 2 años se cruzó en mi vida una CBR 900 RR que no pude olvidar… fue como cuando de niño tienes una BH, la mejor bici del parque, y aparece alguien con una “de carreras” …
Me quedé tonto, me cegó con sus encantos y no paré hasta (mal)vender -como siempre- la 600 en 640.000 pesetas, y buscar una igual a la que había visto, Blanca, Roja y Azul, los colores “de guerra” de Honda, los HRC del departamento de Competición de la fábrica de Hamamatsu.
En total fueron 2 años de disfrute, de veras que la considero la mejor moto que tuve con mucho, y con la que mas me divertí; fácil de llevar, suficientemente potente, cómoda para ir 2 sin cansar mucho…un seguro más barato que las de cilindrada superior y un mantenimiento de lo más sencillo. Os aseguro que un reglaje de válvulas, algo que en principio puede asustar, es superfácil con este motor…
Nunca me dio un susto, ni tuve caídas, arrastrones o golpes en parado, salvo una vez lavándola, que se me escurrió del caballete al intentar subirla con mis pies mojados en un lavacoches… solo eso.
Carenado envolvente – y menos mal, porque el chasis si que es feo FEO- gracias al estilo pionero en aquella época denominado “AERO” con todas las “tripas” escondidas bajo las fibras no se veía nada que no fuera “molesto a la vista, aunque eso sí, el carenado tubular es muy estable y tremendamente noble, este modelo dominó las parrillas de los campeonatos regionales y nacionales durante muchos años, incluso por delante de las años después nuevas 600 con RAM-AIR que ganaban más de 10 CV simplemente por meterles aire a presión desde el morro directamente al compartimiento del filtro, la carburación mejoraba notablemente y con esto sus prestaciones, pero MI CBR había salido tan buena que ni con esas pudieron con ella…
Tuvo que llegar la R-6 y la Suzuki GSX-R para destronarla definitivamente.
En fin, años después, tras pasar que yo conozca por lo menos por 2 manos más después que las mías de vez en cuando la veo rodando por Gijón, si me la vendieran estaría dispuesto a pagar lo que hoy en día piden por ellas, una CBR del 92 suelen aparecer en los anuncios de segunda mano por 3.000/3.600 Euros, ¡¡casi lo mismo que por la que la vendí hace 12 años!!!
O-9644-BF, si algún día la veis por la calle, susurradle al espejo sobre mi, por favor, quizás me añore, tanto o más como yo la añoro a ella.